Gracias MAÑERU.
Una y mil veces... Gracias por los cuatro años que estuve trabajando ahí, en esa vieja bodega que tan buenos recuerdos me ha dejado.
Hoy he vuelto a este precioso pueblo después de casi un año, y he sentido que los saludos y las muestras de afecto eran los mismos que si mi despedida hubiera sido ayer mismo. Una Musicata más... Pero no una cualquiera.
Gracias... Gracias a Nuria, a Rosa, a Isidro, a Juan, a Víctor, a Cristina, a Miguel Ángel, a Bego, a Laura, a Jesús Mari, a Ángel, a Eusebio, a Isidoro, al otro Eusebio, a Lola, a Julio... Y también gracias por haber estado ahí, gracias a Rubén, a Javi, a José Luis, a Miguel y Susana, a Asun... Gracias a toda la gente que me dejo en el tintero, que no es poca...
Pero en especial... Gracias Lourdes Arbeloa. Por la Musicata de hoy, por promover el tema, por haber estado ahí siempre desde esa discreción que te caracteriza... Y sobretodo por ser un ejemplo de compañera, de trabajadora, de amiga aunque nos veamos poco... De verdad que, aunque no me arrepiento de haber decidido cambiar de trabajo, echo en falta compartir mi día a día contigo.
La próxima... ¡Nos vemos en Nazar!
